Esa es la conclusión de un estudio reciente que comparaba la efectividad a corto, medio y largo plazo del tratamiento de fisioterapia frente a la cirugía de liberación del nervio mediano en casos de síndrome del túnel carpiano, en cuanto a mejora del dolor, función y discapacidad.
120 pacientes participaron en el ensayo clínico que se llevó a cabo y para el que fueron distribuidos de forma aleatoria en dos grupos: uno de fisioterapia, que recibió el programa basado en la modulación del dolor, y un grupo de cirugía. El grupo de fisioterapia recibió tres sesiones, a razón de una por semana, donde se aplicaron técnicas dirigidas a la relajación y tratamiento de las zonas anatómicas relacionadas con el nervio mediano. También se realizaron ejercicios de movilización de los tendones. Por su parte, el grupo de cirugía se sometió a la técnica estándar de descompresión del ligamento transverso en el túnel del carpo. Las variables utilizadas en el ensayo, relacionadas con el dolor, la discapacidad y la funcionalidad, se midieron antes del tratamiento, al mes, 3, 6 y 12 meses tras la finalización de éste.
La mejora del dolor y la función a corto plazo (1 y 3 meses) en el grupo que recibió fisioterapia comparado con los que recibieron la cirugía es uno de los datos que refleja el estudio. A los 6 y 12 meses, no existieron diferencias significativas entre ambos grupos, con lo que los autores concluyen que tres sesiones de fisioterapia basadas en el modelo de neuromodulación del dolor son igual de eficaces a largo plazo que la cirugía.
El Síndrome del Tunel Carpiano es la neuropatía compresiva con mayor prevalencia. La incidencia de éste síndrome se sitúa entre el 0,1 % y el 10 %. La incidencia aumenta con la edad para los hombres, así como en las mujeres con edades comprendidas entre 45 y 54 años. La prevalencia en la vejez es cuatro veces superior en las mujeres que en los hombres. La edad está considerada un factor de riesgo para el deslizamiento y conducción del nervio mediano.
El Síndrome del Tunel Carpiano se produce como resultado de la presión del nervio mediano bajo la aponeurosis flexora. Así mismo, el edema o la tenosinovitis de los tendones flexores pueden provocar un mayor volumen en el túnel carpiano desencadenando los signos y síntomas que le caracterizan. En general, el paciente presenta dolor y parestesias en la cara ventral de la mano, dedos pulgar, índice y medio, y en parte del dedo anular. El dolor es de tipo “quemazón”, con empeoramiento y parestesias nocturnas, y se agudiza también al efectuar determinadas actividades, como sujetar el volante para conducir, o sujetar un libro para leer. La pérdida de sensibilidad en la distribución del nervio mediano puede ocasionar una sensación de torpeza al caérsele algún objeto de la mano. La compresión prolongada del nervio mediano conduce a pérdida sensorial permanente, déficit motor y atrofia de la musculatura.
[J Orthop Sports Phys Ther 2016]
Fernández-de-las-Peñas C, Cleland JA, Salom-Moreno J, Palacios-Ceña M, Martínez-Perez A, Pareja JA, et al.